Carcoma y termitas: ambas conforman las plagas más dañinas para la madera, ya que se alimentan de ella y pueden poner en peligro desde nuestros muebles hasta la estructura de nuestro hogar. Aunque son parásitos muy comunes, difícilmente encontrarás a alguien que sepa diferenciarlos o incluso que los haya visto, ya que habitan dentro de la madera y sólo son visibles las huellas en forma de agujero que dejan.
Es importante saber diferenciarlas, ya que no es el mismo el tratamiento para termitas que el empleado para el control de la carcoma. Ambas producen agujeros en la madera por donde entrar, salir y expulsar excrementos, que también son diferentes: el de la carcoma es como un serrín muy fino. A la vista, las larvas de la carcoma son gusanos, aunque en sus últimos días tienen apariencia de escarabajo, mientras que las larvas de termita tienen seis patas y desarrollan alas en su madurez. Además, la termita no es reconocible por el oído humano, pero la carcoma más grande sí es audible.
